Seguramente como inversor que se ve en la tesitura de escoger entre el negocio tradicional y la franquicia, encuentre interesante una serie de consideraciones con respecto a esta fórmula comercial que le harán considerar la misma desde una nueva perspectiva.

La primera y más importante, por razones eminentemente prácticas, es que la franquicia tiene una tasa de supervivencia del 86% frente al 23% de los comercios tradicionales. Esto de por sí ya tiene el peso suficiente para decantarse por esta opción si lo que se busca es invertir con seguridad.

 

Por otra parte, invertir en franquicias supone invertir en negocios con una trayectoria a sus espaldas; negocios que han sido probados en diferentes espacios geográficos, culturales, poblacionales, etc. Esto no hace sino añadir seguridad a la inversión puesto que estadísticamente si el negocio ha tenido éxito en múltiples escenarios sería muy raro que una nueva apuesta fracasara.

También es importante ser consciente de que los negocios de franquicias son modelos muy perfeccionados ya que se han estudiado al máximo todas las cuestiones relacionadas con el mismo: proveedores, distribuidores, marketing y publicidad, etc. Al contrario que en un negocio tradicional donde todos estos aspectos dependen del buen hacer de su directiva, con mayor o menor éxito en su toma de decisiones, en las franquicias suele haber variados departamentos dedicados específicamente a estos menesteres por lo que cada estrategia será tomada por un equipo de auténticos profesionales en su campo.

 

No debemos olvidar algo fundamental como es la imagen de marca, activo valiosísimo.  Esta es una barrera de entrada para todos aquellos negocios que acceden de primeras al mercado. En la franquicia no hay que labrarse una imagen ni una reputación porque ya viene de serie. En muchas ocasiones se abre una franquicia y los clientes aparecen casi “por arte de magia” lo que es simplemente el resultado de que ya conocen el servicio, el producto o  tienen referencias. No hay que diseñar sofisticadas campañas de marketing ni gastar sumas desorbitadas en publicidad. Los clientes ya conocen el producto o servicio y están ya fidelizados.

 

Finalmente, la franquicia es un negocio “llave en mano” Las franquicias lo dan todo: formación, diseño de imagen, selección de productos, etc… No hay que romperse la cabeza, simplemente trabajar según las directrices establecidas de antemano por la Central. Por esta y por todas las razones anteriormente expuestas para todo aquél que desee un negocio rentable sin preocupaciones asociadas resulta ideal. Si usted es esa persona, no dude en ponerse en contacto con nosotros.  En la Alianza Centro Franquicias & Inverpoint le presentaremos una esmerada selección de empresas en base a sus criterios de búsqueda.

 

 

Vanesa Suárez Méndez.