Primavera del 2019, se hace público que la fundación Amancio Ortega dona más de 300 millones de euros para adquirir unos 290 equipos oncológicos de última generación que se instalarán en diferentes hospitales de todas las comunidades autónomas españolas. Pudo parecer una muy grata noticia que nos podía hacer sentir, en general, muy orgullosos del nivel tan alto de responsabilidad social y altruismo de nuestros empresarios en general y del señor Amancio Ortega en particular. Sin embargo, algunas personas públicas, muy pocas, criticaban con posterioridad este gesto y otros de filantropía por parte de los empresarios españoles, parecía que en vez de aplaudir este tipo de gestos hubiera que culpabilizar a los empresarios de no se sabe qué. Lamentable.

 

Marzo del 2020, casi un año después estamos inmersos en medio de una cruel pandemia a escala global, con declaración de estado de alarma a nivel nacional, confinamiento de la población, cierre de comercios y establecimientos no indispensables para la población, más de 12.000 muertos y por encima de 130.000 contagiados, la mayor crisis sanitaria, social, económica y empresarial desde la Guerra Civil, y con impredecibles consecuencias para nuestra economía y el tejido productivo una vez que la curva de contagios empiece a descender y termine el confinamiento. Como se oye en los medios de comunicación, parece que nada será igual después del Covid-19.

solidaridad empresas espanolasAnte esta dramática situación…
Desde Inverpoint sólo nos cabe unirnos al más sincero reconocimiento, en forma de un largo y sonoro aplauso, a todas las personas e instituciones, públicas y privadas, que están luchando día a día y de una forma enconada para atender a todas las personas afectadas, en especial a todo el personal sanitario, protección civil, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, policías locales, Ejército, etc., y a todos los que siguen prestando los servicios esenciales para que el resto de la población podamos seguir haciendo nuestras vidas, aunque sea de forma confinada, transportistas, taxistas y otros conductores de transportes públicos, tenderos, farmacéuticos, personal de Correos, personal de limpieza, etc., y a todas las personas que siguen teletrabajando desde casa.
Y ante esta grave crisis a todos los niveles, y enlazando con el primer párrafo de este post, nos gustaría reconocer también la solidaridad con toda la población demostrada una vez más por nuestros empresarios. Sirvan unos pocos ejemplos.

A todos los empresarios y comerciantes del país, que luchan día a día para mantener sus empresas y negocios operativos, a pesar de la gravedad de la crisis sanitaria, y que no dudan en mostrarse solidarios con toda la población en estos momentos tan difíciles para todos: MUCHAS GRACIAS! Sí, no cabe duda, ¡las empresas españolas son solidarias!