¿Para qué sirve la tasación de empresas?
En una operación de compraventa es fundamental contar con una tasación previa que sirva de base para iniciar un proceso de negociación que lleve a maximizar el precio de la transacción final y poder reducir los plazos de la compraventa.
Por otro lado, va a ayudar a conocer qué posición ocupa la empresa en el mercado, con sus puntos fuertes y débiles, conocer qué papel juega y el de la competencia.
Dicho informe será una herramienta rigurosa y detallada, que, con argumentos lógicos y fundados, va a plasmar el rango de valor generado por el negocio o empresa a transmitir, partiendo de los activos tangibles e intangibles y atiendo además a una revisión estratégica de su negocio.
¿En qué momentos me puede ser útil conocer el valor de mi negocio?
Para afrontar con verdaderas garantías de éxito un proceso de compraventa o los diversos motivos que hayan llevado acometer una tasación, es recomendable plantearse desde un momento inicial y así se podrá maximizar el precio ya que puede adoptarse con anterioridad acciones que ayuden a mejorar y reforzar esa tasación.
¿Por qué es tan importante conocer el valor de una empresa?
Podría resumirse en dos aspectos principalmente, para determinar de forma aproximada un rango de valor intrínseco, el que origina el propio negocio por sí mismo e independiente de las partes intervinientes; y por otro lado para negociar mejor, en un proceso de compraventa ésta hay que prepararla de cara a conseguir maximizar el precio y en las mejores condiciones posibles, como por ejemplo identificando y eliminando posibles contingencias.
¿Qué métodos se utilizan para realizar la tasación? ¿Existe un método mejor que otro?
Pueden resumirse en varios bloques, cuyos métodos más representativos son los siguientes:
- Valor contable: Patrimonio Neto.
- Según su capacidad de generar renta: Descuento de Flujos de Caja
- Por múltiplos de magnitudes de mercado de empresas comparables: Múltiplo sobre el EBITDA, PER, …
- Mixtos
En alguno va a darse limitaciones o elevación del riesgo por asumir hipótesis sobre la evolución del negocio, por lo que la elección va a depender del objetivo, la finalidad perseguida en la tasación y su destinatario para seleccionar uno o varios, por lo que utilizados en su contexto adecuado cada uno puede tener su utilidad, más que métodos sustitutivos, son complementarios entre sí.
En ocasiones y en función de la tipología de negocios, uno mixto puede cubrir bastante estos aspectos, desde INVERPOINT contamos con la herramienta INVALORA que combina la técnica de flujos de caja descontados acotados para la determinación del fondo de comercio y el valor patrimonial de la empresa. A estos resultados incorporamos una auditoria estratégica del negocio en la que ponemos en relieve como está funcionando el negocio.
¿El valor de la tasación es algo objetivo?
Una tasación no está exenta de un grado de subjetividad, desde los activos intangibles como el fondo de comercio generado por la actividad, o el plazo durante el que el negocio continuará generando renta, o la propia determinación de esa renta futura son elementos que no pueden determinarse de forma objetiva, se parte de hipótesis sobre el futuro de la empresa, sector y economía a modo general, lo cual conlleva incertidumbre. Todo ello hace que valorar una empresa sea un ejercicio necesariamente inexacto. Pero ello no significa que no puedan hacerse aproximaciones, determinar un rango de valor razonable y fundamentado, además independiente por un experto externo en el que podamos confiar, que no tiene nada que ver con la “expectativa inflada” con la que pueda contar un empresario vendedor que de partida su valor venga acompañada por condicionantes subjetivos por ser como “un hijo” su negocio y “hacerlo” crecer.
¿Cuál es el mejor profesional para realizar la tasación de una empresa?
Hay que partir que una tasación de un negocio o empresa es un proceso que parte de un trabajo técnico, hay que contar con una base sólida de conocimientos económicos y financieros, partir de su conocimiento es una condición necesaria pero no suficiente, además se debe conocer bien el modelo de negocio, su estrategia, entender el mercado sobre el que se actúa y dónde están los elementos que son diferenciadores y que permiten la creación de valor. Muchos errores pueden venir por al uso equivocado de las técnicas y a las malas interpretaciones ya que una buena valoración, además de lo comentado depende del sentido común que permita encontrar el equilibrio entre el análisis cuantitativo y los aspectos más cualitativos a tenerse en consideración.
Además, dicha tasación tiene que ajustarse lo máximo posible al objetivo del vendedor y que no resulte un aspecto insalvable para el comprador, y viceversa. Para ello se necesita contar con expertos que lo logren y que tengan gran experiencia con esa visión integral descrita anteriormente y sepan guiar y gestionar de forma adecuada todo el proceso de negociación que acerque a maximizar el precio de transacción.